Martes 22 de octubre 2024
Hemos trabajado en librarium con el cuento emocional ¿Qué necesito cuando me enfado?
La maestra ha leído el cuento página a página comentando cada situación de enfado que vivía el protagonista y conversando cómo podríamos solucionar el problema.
Nos ha gustado mucho el cuento y hemos revivido situaciones parecidas que nos suceden a nosotros.
¡Qué maravilloso que hayan trabajado en el cuento "¿Qué necesito cuando me enfado?"! Este tipo de actividades son muy enriquecedoras para el desarrollo emocional de los niños, ya que les permite identificar sus propios sentimientos y aprender herramientas para gestionarlos de manera saludable. El enfado es una emoción natural, pero a menudo puede ser difícil de manejar, especialmente para los más pequeños. A través de este cuento, los niños no solo pueden entender sus emociones, sino también reflexionar sobre cómo lidiar con ellas en situaciones cotidianas.
Situación de aprendizaje infantil:
Reconocimiento de emociones: Al identificar y hablar sobre las situaciones que provocan enfado en el protagonista, los niños tienen la oportunidad de reconocer que es normal sentirse enfadado de vez en cuando. Esto ayuda a normalizar la emoción y evita que se sientan mal por experimentarla.
Empatía: Al revivir situaciones similares a las que viven los niños, se fomenta la empatía. Los pequeños pueden verse reflejados en las experiencias del protagonista y compartir sus propios sentimientos, lo que favorece la conexión emocional con sus compañeros y con la historia.
Resolución de conflictos: A través de las conversaciones sobre cómo solucionar el problema, los niños tienen la oportunidad de aprender diferentes estrategias para manejar el enfado, como respirar profundamente, contar hasta diez, hablar con alguien de confianza o incluso buscar actividades relajantes. Estas estrategias les brindan herramientas útiles para resolver conflictos en su vida cotidiana.
Expresión verbal de emociones: Este tipo de actividades también favorece la expresión verbal de las emociones. Los niños tienen que poner en palabras lo que sienten, lo que refuerza su vocabulario emocional y les permite comunicarse mejor sobre sus emociones, algo que es clave para su desarrollo socioemocional.
Reflexión y autocontrol: Durante el proceso de reflexión sobre qué hacer cuando nos enfadamos, los niños aprenden a detenerse y pensar antes de reaccionar impulsivamente. Esto les ayuda a desarrollar el autocontrol, una habilidad muy importante tanto en el ámbito emocional como en el social.
Cómo podría seguirse trabajando este tema:
- Juegos de roles: Los niños podrían representar diferentes situaciones en las que se sienten enfadados y practicar cómo responder de manera calmada.
- Diario emocional: Proponerles a los niños que dibujen o escriban cómo se sienten durante la semana, destacando momentos en los que se sintieron enfadados y qué hicieron para calmarse.
- Cuentos adicionales: Se pueden leer otros cuentos que traten sobre el manejo de emociones como la frustración, el miedo o la tristeza, para que los niños comprendan que todas las emociones son válidas y tienen una manera adecuada de gestionarlas.